Ascensión

Si hago memoria, el primer recuerdo fotográfico que tengo, es de muy pequeña, la primera cámara que vi la trajo mi tía a casa, era de esas pequeñitas que usaban flashes desechables, una vez usados yo los coleccionaba como tesoros.

Con el paso de algunos años, un buen amigo mío, Salvador García Aledo, decidió que quería ser fotógrafo, y compartiendo con él horas en el cuarto oscuro, me contagié del virus fotográfico, me vendió su vieja cámara, hice un par de cursos de iniciación a la fotografía y ahí empezó a crecer en mí esta pasión.

Resultó que la mayor parte de mi tiempo de ocio lo pasaba en entornos naturales, por lo que, inevitablemente, se unieron estos dos amores, naturaleza y fotografía.
Me gusta y aprecio todo tipo de disciplina fotográfica, pero claramente me decanto por la de naturaleza, me siento a gusto al aire libre.

Al principio solo miraba el paisaje, y algún pequeño detalle, más tarde me gustó el macro, y yo que decía que la fotografía de fauna no iba conmigo por último, también terminó por atraerme.

Cada vez me gusta más simplificar las escenas, jugar con las abstracciones e intentar captar esos momentos de luz y de vida, a veces suaves, a veces enérgicos, a veces amables y otras intimidantes, pero todos únicos.

Actualmente estoy asociada a AEFONA, Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza, y a FONAMUR, Fotógrafos de Naturaleza de Murcia, sintiéndome comprometida con su código ético.